martes, 30 de octubre de 2012

El papel de la prensa en el caso


El Imparcial del 15 de junio de 1908 lo termina por describir de una manera más que acertada, “desarrapado, sin nobleza ni literatura, pero tan nauseabundo y tan perverso como el poeta del placer y de la muerte”.
El periodismo en esta época a pesar de su censura al comienzo de sus crímenes, fue una herramienta fundamental para su captura. Gracias a la divulgación de sus descripciones físicas y una seria de fotografías y grabados la prensa obedeció a dos factores importantes, como las docenas de ejemplares al día por la prensa sensacionalista y la cantidad de analfabetismo que había en esa época. 

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